
Antióxido Sintético
El antioxido sintético es un recubrimiento de base solvente formulado para proteger superficies metálicas contra la corrosión. Su formulación a base de resinas sintéticas y pigmentos inhibidores de óxido crea una barrera protectora que previene el deterioro del metal causado por la humedad y agentes atmosféricos. Es ideal como fondo de adherencia para esmaltes sintéticos, asegurando una mayor durabilidad del acabado final. Disponible en colores típicos como rojo óxido, gris y negro, ofrece una excelente cobertura y facilidad de aplicación.
Usos:
Protección de estructuras metálicas en interiores y exteriores
Imprimación para superficies de hierro y acero expuestas a la intemperie
Preparación de piezas metálicas antes de aplicar esmaltes sintéticos
Recubrimiento base para maquinaria industrial, herramientas y mobiliario metálico
Protección anticorrosiva en barandas, rejas, portones y carrocerías
Aplicación en industrias metalmecánicas, construcción y carpintería metálica
Para obtener una protección óptima y una correcta adherencia del antióxido sintético, se recomienda seguir estos pasos antes de su aplicación:
- Limpieza: Eliminar suciedad, grasa, polvo y cualquier contaminante con solventes desengrasantes o detergentes específicos.
- Eliminación de Óxido: Remover el óxido suelto con cepillo de alambre, lijado o granallado hasta alcanzar una superficie limpia y firme. En casos de óxido avanzado, utilizar convertidores de óxido antes de aplicar el producto.
- Secado: Asegurar que la superficie esté completamente seca y libre de humedad antes de aplicar la imprimación.
- Aplicación del Antióxido: Aplicar con brocha, rodillo o pistola en capas uniformes. Se recomienda aplicar al menos dos manos, respetando los tiempos de secado entre capas.
- Acabado Final: Una vez seco, se puede aplicar esmaltes sintéticos para un acabado decorativo y una mayor protección.