La corrosión en las industrias
Entendemos por corrosión al proceso electroquímico en el que las propiedades físicas y químicas de un metal se van deteriorando gradualmente, debido a la exposición del metal a elementos del medio ambiente que lo rodea y con los que reacciona. Este proceso está influenciado por muchos factores como pueden ser la temperatura, humedad, radiación solar, partículas contaminantes, pH, etc. y otros como la homogeneidad de la microestructura del material, la presencia de óxidos e inclusiones, grietas o defectos superficiales, etc.
La corrosión en la Industria global supone un coste estimado de 2.5 billones de dólares, lo que equivale al 3.4% del PIB mundial, aproximadamente. Una cuarta parte de la producción mundial de acero se destina a reponer estructuras corroídas.
La corrosión en la Industria afecta de diferentes maneras. En la industria naval está influenciada por el medio marino, así como cualquier elemento que se encuentre en el mar (diques, boyas, etc.) o inmediaciones. Esta corrosión se manifiesta en el caso de la industria naval en una degradación del casco del barco (pérdida de espesor). También favorece a aumentar la resistencia al avance, aumentando el consumo de combustible y por tanto las emisiones de CO2 a la atmósfera. En el caso de industria offshore la corrosión produce sobrecostes de mantenimiento, tanto de pintado como de supervisión y degradación estructural de las estructuras.
La corrosión en la industria química afecta de tres maneras diferentes. El primer problema es debido a las sustancias agresivas que se emplean en contacto con los metales (pH, oxígeno, gases disueltos, etc.), en segundo lugar, el empleo de sustancias ácidas (ácidos clorhídrico, fluorhídrico, nítrico), y, por último, sustancias básicas como hidróxidos o hipocloritos. En la industria alimentaria es de vital importancia, ya que cualquier imperfección superficial o perforación, puede hacer que los alimentos no sean aptos para el consumo, causando grandes costes en desperdicio de alimentos y envases.
Por todo lo anterior, una gran parte del presupuesto de cualquier empresa del sector industrial está destinado al mantenimiento correctivo debido a problemas de corrosión, con el objetivo de prevenir y minimizar, en la medida de lo posible, los efectos perjudiciales de la corrosión y alargar la vida útil de las estructuras y equipos. Los principales medios para luchar contra la corrosión consisten en aislar el material (acero en un barco, por ejemplo) del medio que lo rodea (agua de mar) a través de recubrimientos a base de pinturas epoxi.